Miku x Arlecchino, necesidad

Para Yae Miko, ser novia de la Todopoderosa Shogun no era fácil, sobretodo porque la Arconte pasaba casi todo su tiempo meditando en el Plano de la Eutimia. Debido a esto, Miko terminó llenándose de frustración, podía satisfacer sus necesidades sexuales con la marioneta de Ei, pero no era suficiente. La kitsune quería una pareja real, alguien que no se sintiera como un maldito bloque de hielo cuando estuviera con ella.
Después de mucho pensarlo, Miko decidió engañar a Ei.
La kitsune trató de mantener las cosas tranquilas al principio, limitándose sólo a juguetear con las doncellas del Santuario Narukami, pero se aburrió de esto rápidamente y puso su atención en mujeres más exóticas. Sus amantes más frecuentes eran una pirata de Liyue y una bibliotecaria de Mondstadt, pero si Miko tuviera que elegir, Arlecchino era sin duda su amante favorita.
Irónicamente, Miko y Arlecchino se conocieron por culpa de Ei. Debido a que la Arconte estaba ocupada meditando, la kitsune tuvo que asistir en su lugar a una negociación con los Fatui cuyo representante era Arlecchino.
Para Miko, fue amor a primera vista, Arlecchino era totalmente su tipo. La kitsune sentía un poco de vergüenza al admitir que le dio un trato favorecedor a los Fatui a cambio de que su representante le hiciera el amor 3 veces por semana durante 3 horas seguidas. Para ser honesta, Miko propuso el trato como una broma, no esperaba que Arlecchino se lo tomara en serio y la cargara a su habitación del hotel para cumplir su parte del trato.
Todo era culpa de Ei. Si la Todopoderosa Shogun fuera una buena novia, Miko no habría cometido un error tan tonto al negociar.